Receta de raviolis: deliciosos y caseros

¿A quién no le gustan los raviolis? Estos bocados rellenos de pasta son un clásico de la cocina italiana y, aunque puedes encontrarlos en cualquier supermercado, te garantizo que hacerlos en casa es una experiencia completamente diferente. En este artículo te voy a enseñar cómo preparar una receta de raviolis caseros que te dejará con la boca abierta. ¡Así que ponte el delantal y vámonos!

Antes de empezar con la receta, quiero hablarte un poco de la historia de los raviolis. Se cree que los raviolis se originaron en la región de Liguria, en Italia, durante el siglo XIII. En aquella época, los raviolis eran platos de fiesta, reservados para celebraciones especiales como bodas y cumpleaños. Hoy en día, los raviolis son populares en todo el mundo y se pueden encontrar en una variedad de formas y rellenos.

Ingredientes

• Para la masa:
  • 500 gramos de harina
  • 5 huevos
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva
• Para el relleno:
  • 250 gramos de ricotta
  • 100 gramos de espinacas frescas
  • 50 gramos de queso parmesano rallado
  • 1 huevo
  • Nuez moscada al gusto
  • Sal y pimienta al gusto
• Para la salsa:
  • 1 lata de tomate triturado
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto
  • Orégano y albahaca fresca al gusto

Instrucciones

Para empezar, vamos a hacer la masa para los raviolis. En un recipiente grande, mezcla la harina, los huevos, la sal y el aceite de oliva. Amasa durante unos 10 minutos hasta obtener una masa suave y elástica. Cubre la masa con un paño húmedo y déjala reposar durante 30 minutos.

Mientras la masa reposa, vamos a preparar el relleno de los raviolis. En una sartén grande, saltea las espinacas con un poco de aceite de oliva hasta que estén marchitas. Retira del fuego y deja enfriar. En un tazón, mezcla la ricotta, las espinacas, el queso parmesano, el huevo y sazona con nuez moscada, sal y pimienta al gusto. Reserva.

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Ahora vamos a hacer la salsa de tomate para acompañar nuestros raviolis. En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y añade la cebolla y el ajo picados finamente. Cocina a fuego medio hasta que estén dorados. Añade el tomate triturado, el orégano, la albahaca fresca, sal y pimienta al gusto. Cocina a fuego lento durante 15-20 minutos, revolviendo de vez en cuando.

Ahora es el momento de hacer los raviolis. Divide la masa en dos partes iguales y estira cada una de ellas hasta obtener una lámina fina. Coloca pequeñas porciones de relleno sobre una de las láminas de masa, dejando un espacio entre cada una. Cubre con la otra lámina de masa y presiona suavemente alrededor de cada porción de relleno para sellar los raviolis. Recorta los raviolis con un cortador de pasta o un vaso pequeño.

Cuando tengas todos los raviolis listos, añádelos a una olla grande de agua hirviendo con sal. Cocina durante unos 3-4 minutos o hasta que los raviolis floten en la superficie. Retira con una espumadera y colocar en un plato.

Consejos Adicionales

Para servir los raviolis, colócalos en un plato y vierte la salsa de tomate caliente por encima. Espolvorea con queso parmesano rallado y decora con hojas de albahaca fresca. Acompaña con una ensalada verde y un buen vino tinto.

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Si quieres hacer los raviolis con antelación, puedes congelarlos antes de cocinarlos. Colócalos en una bandeja enharinada y mételos en el congelador durante unas horas. Luego, transfiere los raviolis a una bolsa de plástico y vuelve a ponerlos en el congelador. Cuando quieras cocinarlos, simplemente añádelos al agua hirviendo sin descongelar.

Curiosidades

¿Sabías que los raviolis son tan populares en Italia que existe un día nacional de los raviolis? Se celebra el 20 de marzo y es una ocasión para rendir homenaje a esta deliciosa pasta rellena.

Si nunca has probado los raviolis caseros, te animo a que te aventures a hacerlos. La textura suave de la pasta y el relleno cremoso te conquistarán desde el primer bocado. Además, hacer raviolis en casa es una actividad divertida que puedes hacer en compañía de familiares o amigos.

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¡Buen provecho!

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